
La adolescencia es una etapa entre la niñez y la edad adulta: como los niños son muy flexibles, y tienen un gran potencial para aprender; como adultos que comienzan a ser empiezan a hablar y a pensar como adultos; la cognición, de la mano del lenguaje, va creciendo y surge la capacidad de concebir otras posibilidades o hipótesis diferentes sobre la realidad que antes no contemplaban…, la capacidad de empatizar se profundiza y comienzan a comprender experiencias de las que solo se habla sin haberlas experimentado directamente.
El adolescente, como adulto, buscará la herramienta de “pensar demasiado” para resolver los problemas anteriores que les importan tanto con el costo de que pensar demasiado tiene el lado oscuro de la moneda de complicar demasiado los “problemas” de la vida. De traer una solución.
Estas últimas características que comienzan a desarrollar los adolescentes se dan en los adultos y por ello, la terapia para adolescentes está orientada de manera muy similar a la de adultos, con las ventajas anteriores de ser todavía muy flexibles y motivados al cambio y al aprendizaje.

- La característica más destacada y específica de esta etapa puede ser el autoconcepto en evolución, que a diferencia del adulto, comienza a evolucionar percibiéndose a uno mismo ahora mucho más desde la mirada del otro (autoconcepto social) y cambiará mucho durante estos años El autoconcepto que evoluciona a estas edades se vuelca o se basara en los demás, y en los iguales; ya que empiezan a valorar más sus relaciones con los demás (pares), las relaciones románticas o con el otro sexo, ser amado y cuidado, pertenecer a un grupo de amigos … En consecuencia, se sentirán más vulnerables en relación con quiénes son ellos para sus compañeros, amigos.
- Por otro lado, comenzarán a valorar significativamente más su independencia, ser y sentirse capaces de desenvolverse por sí mismos, de experimentar cosas nuevas, de vivir la vida… lamentablemente a veces la sociedad no cubre o guía en este ámbito. Esta energía y deseos naturales y saludables de auto realizarse, de ser independientes, libres pero útiles a la sociedad, se puede cuidar y fomentar adecuadamente por ejemplo, brindándoles experiencias significativas en el área de ser independientes, permitiéndoles tomar decisiones importantes que los afectan como las que los hacen más independientes, o permitiéndoles y guiándolos a tomar decisiones libres para convertirse en personas más libres, dándoles un margen de confianza y respeto si queremos cultivar responsabilidad y que aprendan incluso de sus errores y, en consecuencia, aprender de sus elecciones y propios errores, permitiéndoles y preparando las cosas que los hacen responsables de sus propias decisiones.

Las anteriores características (deseo de ser independientes, libres, de compartir también, de pertenecer y ser útiles también) es fuerte, y por eso su impaciencia es fuerte y también sus miedos cuando sienten o perciben que no conseguirán lo que valoran. El adulto a veces no empatiza o tiene tiempo de hacerlo con estas grandes ganas de experimentar, de hacer cosas nuevas, de poner en práctica sus habilidades, de aprender… de ser independiente… Y muchas de estas reacciones del adolescente se perciben a veces como reacciones peligrosas
Nuestra capacidad de comprender en qué se están convirtiendo y lo importante que es orientar estas valiosas necesidades es totalmente compatible con permitirles descubrir y explorar la vida con ciertos límites (según el individuo y la edad), y con permitirles ser responsables de sus decisiones y actos. Pero si nunca les damos esas oportunidades ni les acompañamos en el camino, ¿cómo entonces aprenderán a ser responsables, a aprender de sus errores, a ser independientes, a ser adultos con valores saludables…?
A veces el descuido o falta de guía y comprensión de sus necesidades no ayuda a fortalecerles para afrontar determinadas situaciones pudiendo caer más probablemente en hábitos o conductas inadecuadas o des adaptativas (consumo de alcohol, drogas, sexo, saltarse reglas o límites, abandonando formas de esfuerzo, etc.). Más aún en una sociedad de consumo que se enfoca en satisfacer necesidades físicas o impulsos más a corto plazo, o que sustituye necesidades o valores por cosas materiales

¿Qué tipo de dificultades más complejas necesitarían ayuda externa?

- Divorcio de padres, mala relación con uno o ambos padres
- dificultades psicológicas que pueden vivir los padres
- Sentimientos de abandono o soledad
- Dificultades en sus estudios, dificultad para concentrarse
- Dificultades específicas de aprendizaje: déficit de atención, hiperactividad, trastorno de la lectura, expresión del lenguaje, dislexia …
- Dificultades en el autocontrol: problemas de adicción, comprometerse por el placer a corto plazo, pero no comportarse con consecuencias a largo plazo.
- Adicciones: juego, alcohol, tabaco, drogas …
- Demasiado control: hacer dieta, hacer demasiado ejercicio con consecuencias problemáticas
- Tristeza a largo plazo, aversión a la imagen propia, anorexia, bulimia …
- Evitar comportamientos hacia las actividades diarias importantes.
- Tristeza o depresión, falta de energía y voluntad de hacer las cosas que disfrutaba, abandono de lo que hacía-le gustaba hacer,
- Falta de sentido, falta de motivación
- Muerte y pérdida
- Dificultades en las interacciones sociales: miedos, ansiedad, evitación de conductas …
- Comportamientos antisociales o de evitación
- Dificultades para seguir las reglas en la escuela con quejas frecuentes de los maestros aludiendo a conductas no adaptativas o disruptivas
- Dificultades específicas de aprendizaje: trastorno de la lectura, expresión del lenguaje, dislexia …
- Déficit de atención o hiperactividad
- Ansiedad, ansiedad social
- Ansiedad generalizada